25 de Mayo 2007
REBECAS
A veces ocurre que algunas de las personas que asisten a una conferencia y a su correspondiente contra-conferencia de las dadas por el señor Ort les comienzan a pasar cosas raras. Entre los casos más comunes podemos reseñar:
Personas que se hacen adictas al bicarbonato durante unas semanas, pues no pueden digerir tan vastos y amplios conocimientos.
Personas a las que les da por cantar boleros a todas horas, incluso cuando duermen.
Y hay también quienes pasan de tener un sólido criterio sobre el asunto tratado a no saber lo que pensar sobre el mismo, lo cual suele ir acompañado de una feroz amigdalitis y consumo excesivo de café.
Pero el asunto más extraño que conocemos es el de Rebeca Shelting, quien tras asistir en la plaza de toros a la conferencia titulada " La guerra de Troya, una fantasía popular de la antigua Grecia ( que recogía un resumen de veintidós años de investigaciones avalados por más de doscientos viajes a Turquía, y por una peritonitis a consecuencia de tan ardua labor) y a la contra-conferencia celebrada diez minutos después en la sala de espera del Hospital Noble bajo el título La guerra de Troya, un hecho histórico que no admite discusión"( la cual era el resultado de veintidós minutos de intensa reflexión y estudio, tras tomar café con un griego exiliado y sordomudo en una céntrica cafetería de nuestra ciudad), sufrió un trastorno disociativo psíquico y físico de la identidad.
Lean bien, psíquico y físico. Por un lado está la Rebeca de siempre con su dulce aspecto, su cabello rubio, alta, espigada, de fuerte carácter y excelente formación intelectual y moral, sepan ustedes que hizo dos veces la carrera de Historia porque la primera vez no se enteró muy bien de lo estudiado. Y por otro lado tenemos a la nueva Rebeca, morena, de menor estatura , de cuerpo rollizo y carácter igual de fuerte pero con poca formación.
El caso pasó de psiquiatra en psiquiatra, incluso hicieron una convención en Chicago con la presencia de las dos, en la que los más grandes cerebros de la profesión quedaron atónitos y sin saber como dar solución a tan extraña enfermedad. Un famoso productor de televisión quiso sacar tajada y les propuso contratarlas para una serie, pero le respondió la morena con un fuerte puñetazo en el estómago y la rubia con un duro pisotón en la mano derecha, desde aquel día el productor no pudo volver a comer langostas con mayonesa ni a jugar al póquer.
Y sin solución continúa el problema. Con el paso del tiempo las discusiones y peleas son continuas y más de una vez al día acaban a bofetadas, además llevan cuarenta y cinco mudanzas realizadas porque los vecinos no soportan sus gritos y golpes. La situación es insostenible.
Por todo ello pedimos que si algún sagaz lector sabe como tratar el mal se ponga en contacto con ellas.
<__trans phrase="Posted by"> ORT-22 <__trans phrase="at"> 25 de Mayo 2007 a las 06:27 PM
Yo les mandaría a Fray Pepín para que les hiciera un exorcismo, y aunque no serviría de nada al menos puede ser que aprendan a cantar por Antonio Molina.
Fray Pepín triunfa en la radio con su particular versión del "Himno de La Alegría". IMPAGABLE.