26 de Enero 2006

El andamio (Cuarta parte)

El relato fue interrumpido por unos extraños sonidos provenientes de la gran chimenea que presidía el salón, pieza que es copia exacta de ella misma, instantes después desde su interior aparecía un señor chamuscado, vestido de barman y agitando una coctelera, quien, sorprendido por la presencia de desconocidos, comentó dirigiéndose a Escatroni.
-¡Oh!. Disculpe jefe, no sabía que estaba usted ocupado.
-No importa, cuente y sea breve. Añadió el detective.
-En primer lugar, el afinador de gaitas no puede venir porque tiene conjuntivitis. También traigo del tinte los trajes de mandarín chino y de pastor protestante. Y lo más importante, los clientes del extraño caso de los amantes de la piña colada preguntan que cómo le reconocerán.
-Dígales que iré caracterizado de alcohólico anónimo con sombrero mexicano. Por cierto, necesitaré para este menester de la inestimable colaboración de su coctelera.
En ese instante Daniel dirigiéndose a Escatroni afirmó: “Sin duda es usted uno de los mayores genios del disfraz.”
De forma vehemente y sorpresiva este contestó “Nunca jamás en mi vida me he disfrazado. Yo, señor mío, me caracterizo que es algo muy diferente. Recuerdo mi primera caracterización de erizo de mar, fue sorprendente”
Después comentó a su ayudante “¿Algo más Godofredo?”
-Sí. Por favor, no se olvide de devolverme la coctelera, no vaya a ocurrir como cuando le presté a mi abuelo Saturnino, qué pasé tres días buscando al pobre infeliz hasta que di con él en objetos perdidos.
-“Puede retirarse por donde vino”. Acabó por decir el detective con cierto aire de impertinencia.
Haciendo un alarde de capacidad de trabajo y concentración fuera de lo común, que sorprendió hasta a los propios redactores de esta aventura, el genio retomaba su relato justo en el mismo lugar donde lo dejó, saliendo de la floristería.
Una vez en la calle regalé el florero a una señora que esperaba el autobús y huí, dirigiéndome al lado contrario hacia donde en realidad me dirigía, que era exactamente el sitio al que tenía que ir,( lo que acaba de expresar el señor Escatroni , en apariencia incoherente, es en realidad la esencia del pensar y actuar de tan extraordinario hombre y una de las claves de sus clamorosos éxitos).
Posicionado ante el portal de la vivienda de Cipriano, y tras realizar algunas consultas telefónicas, decidí hacer a pie los varios recorridos posibles que desde allí se inician hasta llegar a la autovía que lleva a Vélez. Mi instinto me decía que esa era la forma más rápida y correcta de resolver el enigma.
Después de tres días recorriendo calles, plazas y callejuelas sin éxito aparente decidí elevar la moral y reconfortar los ánimos, llamé a Raquel, la chica de la floristería, y le leí de un tirón las mil mejores poesías de la lengua castellana. Logrados mis objetivos, con renovadas energías y arrojo para regalar, salí el cuarto día de casa caracterizado de agrimensor del ayuntamiento y, tras comprobar que las dimensiones y trazados de algunas calles de aquel sector están mal reflejados en los planos urbanos, conseguí mi primera prueba, a partir de entonces todo fue coser y cantar. Ante mí, y delante de Frutería Pepi, tenía el auto de Cipriano, en su interior se podía ver el ramo, ya marchito, que había comprado la mañana de su desaparición.

CONTINUARÁ
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19 de Enero 2006

El andamio (Tercera parte)

De entre los caballeros que se arremolinaban alrededor de la barandilla surgió una voz que gritaba “Se mueve. Está viva”. “Es un milagro”. Efectivamente, aquello era un milagro. Paulina estaba un piso más abajo tumbada sobre un andamio. Con cierto nerviosismo y temblor se levantó lentamente, sacó un cigarrillo del bolso y preguntó “ ¿alguno de ustedes me podría dar fuego?”, ante sus palabras alguien contestó “Paulina. Aguante, todo está resuelto” .Era Escatroni quien acompañado de Cipriano bajaron rápidamente las escaleras y rescataron a la joven del andamio.
LA RESOLUCIÓN
La acción continúa dos días después en el salón del palacete del señor Escatroni con la presencia de los implicados, Paulina totalmente recuperada y más hermosa y enamorada que nunca de Cipriano, y junto a ellos Diego, Rafa y Daniel . El gran detective, una vez que todos habían tomado asiento y tras ofrecerles unos vasitos de agua acompañados de figuritas de mazapán, comenzó a relatar lo ocurrido durante su investigación. “Tras una noche de perros, hasta las 5 de la madrugada no pude deshacerme del traje de emperatriz china, y con apenas dos horas de descanso salí disfrazado de cartero hacia el domicilio de Cipriano. Una vez entregadas todas las cartas, un giro postal y tres telegramas llegué a la calle donde vive nuestro amigo, rápidamente me percaté de la cercana existencia de una floristería llamada “La rosa olorosa”, aquel nombre trajo a mi mente, desde lo más recóndito de mi ser, una poesía que la portera de mi bloque solía recitarme todos los primeros viernes de mayo.
¡OH!, ¡qué pena la rosa! Que la niña destroza En una calle de Tolosa Con sus espinas se posa Relajada y amorosa La olorosa rosa La niña ya es moza Pero no hermosa ¡OH!, ¡qué pena la rosa! La niña y la moza
¡Qué recuerdos tan hermosos!. Acabado este paréntesis penetré en el establecimiento recitando en voz baja los últimos versos, la dependienta al escucharme se emocionó tanto que sin mediar palabra me anotó su número de teléfono y me regaló un florero, mientras me confesaba, con voz ,acento y pose de rapsoda de los años veinte, “es que como la poesía no hay nada”. De poesía en poesía me enteré que nuestro hombre compraba todos los últimos sábados de cada mes un ramo de flores, con el que viajaba hasta Vélez para depositarlo en la tumba de su abuela. Dándole las gracias me despedí de aquella dulce, frágil y tierna mujer mientras le recitaba “El cantar del Mío Cid”, que desgraciadamente no pude finalizar por la inoportuna llegada de una clienta.
CONTINUARÁ
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12 de Enero 2006

Paréntesis sobre un andamio.

Informamos a nuestros lectores y a todas las autoridades de la provincia de Zamora, que, debido a causas ajenas a nuestra voluntad y a las suyas, esta semana no podremos presentar la tercera parte de “El andamio”, ya que la caída de Paulina todavía no ha finalizado.
Mientras tan esperado momento llega les dejamos con la última noticia recibida, por casualidad, en nuestra redacción.
“ La Asociación Austriaca de Vigilantes de Piscinas, Aljibes y Charcas” en colaboración con “La Sociedad Protectora del Pato Silvestre” van a conceder la medalla al mérito náutico al excelentísimo Conde de Poor, quien el pasado día 28 en un alarde sin igual de intrepidez salvó de perecer ahogado a un matrimonio compuesto por varón y hembra, de nombres Alfonso Paniagua y Agustina Aragón, cuando la pareja bailaba el Danubio azul en el concurso de bailes de salón y rellanos de escaleras que organiza cada año la Vienanmuchistanverehof de Austria.
Tras 25 años como socio abonado, Don Aurelio Carlos Reinosa de las Dostorres y Pérez – Silviño de Monteleón, más conocido por su título nobiliario de conde de Poor, acudía por primera vez y en compañía de su perro, ambos de razas desconocidas, para conocer las instalaciones de tan famosa entidad vienesa. Ya en el interior, y después de haber rechazado varias proposiciones de un contratenor para sacar a bailar a su perro, se percató que una de las parejas presentes en el salón no hacía pie y caían fatalmente, arrastrados por las corrientes vertiginosas de tan conocida pieza musical, por una de las escaleras de acceso, don Aurelio Carlos con gran valentía y audacia se desprendió de sus gafas ( detalle que demuestra ser cierto lo que tantas veces nos ha comentado “no sé porque, pero veo mucho mejor sin gafas que con gafas”) salvando de una segura muerte al referido matrimonio.


PD- No sabemos si tendrá algo que ver, pero recientemente las instalaciones de fontanería habían sido revisadas y ajustadas por el técnico en refrigeración Sr. Lozano.

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5 de Enero 2006

El andamio (Segunda parte)

Un camarero entregó la carta a Paulina, quien, calculando rápidamente la combinación más cara del menú, pidió la cena lanzando una sonrisa a aquel hombre con cara de actor secundario de películas de Tarzán. En un ambiente tan refinado y elegante que casi invadía lo cursi una persona se diferenciaba y sobresalía del resto, sobre un elevado y pequeño escenario Mocito Feliz amenizaba la velada con su voz inconfundible. Entre dulces falsetes, quiebros y requiebros Paulina se sumió en el recuerdo.
LO SUCEDIDO CINCO DÍAS ANTES. Diego, Rafa, Daniel y Paulina penetraron en el salón, con vistas al jardín, del palacete propiedad del genio de la criminología señor Escatroni. Desde una esquina el gran detective, vestido como un antiguo jerarca chino, lanzaba, arco en mano, flechas a una diana vacía, tras ella una ventana abierta dejaba ver un árbol con más de doscientas flechas clavadas. Unas fuertes carcajadas rompieron la sorpresa y estupor dibujadas en las caras de los visitantes, "No se extrañen. La diana representa un escudo humano utilizado por el delincuente para intentar escapar, queda claro que el "malo" es el árbol. Esta técnica la aprendí hace muchos años en un escondido monasterio shaolín" . El maestro añadió tras coger una flecha:"señorita, tenga la amabilidad de taparme los ojos con este pañuelo", y apuntando desde la oscuridad lanzó el dardo que acabó justo en el centro de la diana. Finalizada la demostración añadió mientras se deshacía de la venda " a mí me gusta realizar este ejercicio caracterizado de Fu Man Chu, pero como dicho disfraz lo tengo en la tintorería he decidido utilizar en el día de hoy este otro de emperatriz china. Y ahora no perdamos más tiempo, tomen asiento y sean breves, que este traje me está matando."
Diego tomó la palabra y explicó la causa de aquella visita. En resumen contó que desde hacía tres días nadie sabía el paradero de Cipriano, amigo íntimo de ellos y novio de Patricia (seudónimo de Paulina, información que no cambia en un ápice el desarrollo del relato y que hemos decidido dar a conocer para que el lector pueda comprender un poco mejor la compleja psicología de esta hermosa mujer). Lo habían buscado por todas partes y no lo encontraban, además el desapararecido era depositario de una euromillones premiada con más de dos millones de euros. Lo único que lograron averiguar es que aquella mañana cogió el coche llevando en sus manos un ramo de flores, dato que le dio una vecina , la cual les confirmó que era algo que de tarde en tarde le había visto hacer a Cipriano.
Tras un breve silencio Escatroni se levantó, se dirigió hasta la puerta y comentó. -.Supongo que saben del premio porque poseen fotocopias del boleto. -.No, nunca hicimos tal cosa. La rellenábamos y Cipriano se encargaba del resto.Contestó Daniel. -.¿Entonces?. -.Por Rafa, él siempre juega la misma combinación, y es la ganadora. Tengan confianza. En aquella mesita encontrarán lápiz y papel, anoten los datos del sujeto, nombre y apellidos, dirección, teléfono, número de calzado, marca y matrícula de su vehículo, empresa en la que trabaja, también es de vital importancia que especifiquen la marca y el modelo de reloj que utiliza y un teléfono de contacto, luego se lo entregan a mi ama de llaves. Es todo, muy pronto tendrán noticias mías, si es que logro deshacerme de este modelito. Hasta entonces señores.
LO QUE SUCEDIÓ DESPUÉS DE CINCO DÍAS, CUATRO HORAS Y DIECIOCHO SEGUNDOS.(según el cálculo realizado por el Instituto Cronométrico de Suiza) Mirando la foto de Cipriano Paulina le habló desde el silencio " mi amor, sé que nunca más te veré, por ello estoy aquí para suicidarme. No, no digas nada, calla y deja que se cumpla mi fatal destino". Con aires de mujer romántica prestó atención a Mocito que susurraba "Amapola" . Sumida en la tristeza no pudo soportarlo más y decidió no comerse los postres, después de todo siempre le hacían engordar. De un salto se lanzó al vacío. Se armó un gran alboroto. Los caballeros corrían hacia la barandilla, las señoras se desmayaban, Mocito asaltado por un ataque de nervios le hizo frente con gran valentía atacando todos los platos que a su paso encontraba, uno de lenguado a la francesa, otro de pato a la naranja, cinco de melón con jamón, otro más de langosta con salsa tártara, y ya casi repuesto pidió a un camarero un plato de macarrones con tomate acompañado de carne de pollo y una bandeja de pan tiernito.
CONTINUARÁ
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