30 de Junio 2005

A 700 kilómetros de Madagascar. (Cuarta parte)

Preguntas sin respuestas inmediatas.
Llegados a este punto el lector y nosotros suponemos que si el gran Escatroni está en Isla Reunión es porque Arestesiano se esconde en ella. Después nos preguntamos ¿por qué y para qué está Escatroni al mando de un grupo formado por los cerebros más selectos de los servicios de inteligencia de varios países buscando a don Arestesiano? Y acabamos preguntándonos ¿ A qué viene que tal grupo se haga pasar por un cuadro flamenco?. Para intentar averiguarlo volvamos con Escatroni, y sigámosles los pasos.
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De excursión por mar y por tierra.
Y nada más llegar de regreso al camerino, lugar en el que lo dejamos al final de la primera parte y del cual no ha podido salir al haber perdido las llaves, nos encontramos al maestro con el burofax entre sus manos y preguntándose ¿para qué?, ¿para qué? y lo más importante ¿para qué?. Minutos después salía, llaves en boca, disfrazado de perro callejero camino de la playa, mientras sus compañeros hacían disfrutar al personal interpretando “Aguanta ahí”, con todo el mundo bailando por rumbas. Un matrimonio chino lo bordaba. Repleto de pulgas llegó a su destino, con gran parte de su espalda arañada de tanto rascarse, y soportando un sofocante calor por culpa de aquel disfraz mezcla de pastor leonés y san bernardo. Tres cuartos y una salita de hora más tarde una luz le hizo señales desde una barca cercana a la orilla, con gran elegancia se deslizó por las aguas nadando al estilo mariposa y una vez a bordo ordenó, sin dar otra explicación, a Madagascar. Al mediodía desembarcaba en una desierta playa al este de Madagascar, tras verificar la calidad de la arena, la velocidad del viento, la temperatura ambiente y el saldo de su cuenta bancaria, mediante llamada telefónica, echó una rápida y profunda mirada alrededor comprobando que no había síntomas de peligro, la situación era segura, Escatroni se introdujo en la selva bajo la personalidad de un agente de seguros. Tras dos horas de caminata, durante las que logró vender doce pólizas para el hogar y nueve para defunciones, nuestro hombre divisó una extensa y muy moderna plantación agrícola.


CONTINUARÁ

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23 de Junio 2005

A 700 kilómetros de Madagascar. (Tercera parte)

La caída.

Cuando Arestesiano se encontraba en la cúspide de la fama científica y con un sin fin de nuevos proyectos, una palabra temida por todos cruzó el cielo de Almería como si de un rayo se tratara, del nordeste al sureste, del este al oeste, pasando por el pasillo y el salón de la familia Ruypérez, para después, tras realizar un perfecto y acrobático giro, encaminarse hacia el norte y pararse, al fin, con una exquisitez sin igual, en un paso de cebra del Paseo Marítimo.

Aquella palabra era ANFITORRO (infección de vientre, nariz y oídos) la cual trajo, como si de una maldición se tratara, la más terribles de las desgracias a la vida de Arestesiano, haciendo que cayeran en picado su credibilidad y su popularidad.
La caída comenzó cuando don Robustiano Palos Delvillar, empleado de una tienda de electrodomésticos, fue ingresado en un hospital después de permanecer 53 días con colitis, alegando que lo último que comió fue un bocadillo de cartón de huevos para merendar.
Arestesiano se dio a la hipocondría y a pintar retratos cubistas. Su existencia se consumía pastilla a pastilla y pincelada a pincelada.
Todos le abandonaron. Todos menos un marchante de arte que se hizo millonario vendiendo sus cuadros en Japón y Nueva York, y la marquesa de Villadraumi, que desde las sombras y el anonimato, llevada por una total confianza en las capacidades científicas y humanas de Arestesiano, emprendió una feroz lucha en busca de la verdad. Y la verdad vio la luz aquella tarde en que repasando todas las pruebas que acusaban a su protegido, pudo apreciar un detalle que todos habían pasado por alto. En una de las radiografías realizadas a Robustiano se veía un pequeño letrero que ponía “Máquina de coser Sigma”. Robustiano confesó, se había comido tres embalajes del almacén de la tienda de electrodomésticos en que trabajaba. La ciencia y el pueblo se lanzaron a la calle en busca del ultrajado, pero ya era demasiado tarde. Como llevado por el viento Arestesiano había desaparecido. Nadie conocía su paradero. ¿Nadie?.
CONTINUARÁ
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16 de Junio 2005

A 700 kilómetros de Madagascar. (Segunda parte)

Conociendo a don Arestesiano.
Algunos datos de los trabajos realizados por don Arestesiano, que revelan la vital trascendencia de sus aportaciones pasadas y futuras al mundo de la investigación científica, así como los desconcertantes sucesos acontecidos antes de su desaparición.
1)Creador de la ecuación matemática que demuestra claramente que aún está sin demostrar la importancia del oxígeno desclorificado en las plantaciones de pimientos sin rabillos, y consecuentemente el peligro de la conglomeración de peróxido de hidrógeno en los pimientos rellenos Fx . Ra /Ls. Ecuación considerada errónea por todos los científicos del planeta, menos por su colega chino Lin Yun especializado en ciencias de la nutrición, y que, como ustedes recuerdan, falleció por culpa de una fuerte anorexia.
2)El extraordinario estudio sobre la elegancia del salto de trampolín y sus aplicaciones cinematográficas en los movimientos de los especialistas en películas del oeste.
3)La investigación científica, que fue publicada en las más prestigiosas revistas de variedades, mediante la cual probaba que la concentración de nutrientes, vitaminas, oligoelementos y los más de 11.115 minerales en estado puro que se encuentran latentes en el cartón de huevos dan a este un poder alimenticio infinitamente superior al de los propios huevos. Un solo trocito de cartón es un complemento alimenticio más importante que el que contienen tres docenas de huevos.
Para hacer llevar su descubrimiento a todos los vecinos de Almería, Arestesiano comenzó a pedir a la hora del aperitivo un trocito de cartón en vez del tradicional pincho de tortilla, al principio aquello era causa de risas y burlas entre todos los presentes, pero poco a poco la población empezó a imitarlo.Primero la gente ilustrada, después la aristocracia y por último el pueblo llano, aflorando una gran variedad de tapas realizadas con el cartón de huevos, como por ejemplo el cartón a la brava, cartón al pimpi, ensaladilla de cartón y un largo etc. y el más popular y exitoso de todos la tortilla de cartón.
CONTINUARÁ
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9 de Junio 2005

A 700 kilómetros de Madagascar. (Primera parte)

Tras leer, en el Journal de Saint Denis, la noticia en la que se hacía mención del escándalo surgido por el tremendo error cometido en la solución del caso Gremildo, también conocido como el enigma del calcetín de rombos, Escatroni se quedó de piedra. Encendió dos cigarrillos, bebió tres cafés dobles y realizando un ligero movimiento de cuello volvió a la normalidad, con la sangre fría que le caracteriza deslizó su vista hacia la página siguiente, gracias a ello pudo saber que “Los prestigiosos laboratorios japoneses Tara-Hito han firmado un millonario contrato con Hipocondríacos Anónimos, por el cual dicha asociación será la encargada del diseño de todos sus productos, envases y prospectos farmacéuticos.”. Sin perder un segundo telefoneó a su agente de bolsa, ordenándole que comprara todas las acciones que pudiera de la sección farmacéutica de aquella empresa nipona.
LA VERDAD
En menos de tres horas, diez minutos y catorce segundos, utilizando como único instrumento su móvil, y mientras jugaba una partida de ajedrez , el gran criminólogo consiguió desenmascarar al individuo que haciéndose pasar por su persona había actuado en el caso del calcetín. Ramiro Torcido Bernal, natural de Albacete, entusiasta lector de novelas policíacas y coleccionista de cocteleras tibetanas, que llevado por sus ansias de protagonismo y popularidad aprovechó la ausencia del maestro para suplantarlo. El caso ya estaba en los juzgados.
Y todo ello lo logró Escatroni sin moverse de Isla Reunión, lugar en el que se encontraba al mando de un comando formado por los más inteligentes agentes secretos de varios países, y donde se hacían pasar por un cuadro flamenco.
A la cabeza del grupo, como la tonadillera Mariquilla , nuestro genio de la criminología, de quien Lauren Postigo sin verla ni oírla dijo “es la mezcla perfecta entre Rocío Jurado, Las Grecas y El Profeta de Albacete de la que emana en cada movimiento y quejido fuerza, tronío y fuego en las pestañas”; a la guitarra y al cante dos agentes norteamericanos, ambos de raza negra; los tres palmeros eran agentes británicos y el cuerpo de baile compuesto exclusivamente por agentes rusos.
Aquella noche cuando Escatroni se encontraba en el camerino rodeado de flores, y entre varias cartas de admiradores en las que les declaraban su amor, un burofax llegó a sus manos, en el documento se le recordaba que su misión no era la de triunfar en el mundo de la copla, cosa que por cierto ya había conseguido, si no la de averiguar el paradero de don Arestesiano Antequerano Porras, científico almeriense descubridor e inventor, entre otras cosas, del tomate negro.
CONTINUARÁ
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2 de Junio 2005

GREMILDO. (Segunda parte, sin descanso por falta de tiempo)

Y la noticia decía.....
Se busca sin prisas pero sin pausas, con gran ansiedad de familiares, amigos y compañeros de trabajo, a distinguido y ejemplar funcionario de telégrafos, que desapareció misteriosamente después de setenta y dos horas seguidas trabajando sin parar, durante las cuales sólo atendió a una señora y a dos monjas filipinenses.
Don Gremildo Consuelo Pulido, de 53 años de edad, vecino de Pepi y Enriqueta, fue visto por última vez portando un estandarte de la Archicofradía de San Gremildo, vestía elegante traje gris, camisa de lunares con mangas a la sisa y volantes de fantasía, un calcetín azul con rombos calzado con zueco en el pie derecho y en el izquierdo una sandalia. Prendida del cuello llevaba una ventanilla de correos superpuesta. Otro dato importante es que iba cantando “Soy minero”, con acompañamiento musical de la Filarmónica de Viena en grabación de casete, y en dirección a la parada del autobús de El Palo.
Quince días tres horas y quince segundos después de que la noticia recorriera todo el planeta, Hipocondríacos Anónimos y la Filarmónica de Viena remitieron un telegrama al señor Escatroni pidiéndole que diera solución a tan terrible enigma.
El gran maestro criminólogo se puso en acción rápidamente, llamando por teléfono a los familiares, amigos y compañeros del desaparecido, así como a las dos entidades que le pedían ayuda, citándolos en bar Manolo a las 9 de la noche. En menos de doce minutos había resuelto el problema.
Estando todos reunidos, y tras mostrar una copia del calcetín con rombos, comunicó que Gremildo no volvería jamás a su puesto de trabajo. Gremildo Consuelo Pulido se encontraba, bajo el nombre artístico de Guillermo Vidal, triunfando en los mejores teatros de Sudamérica como ventrílocuo. Durante veintiséis minutos los aplausos de los presentes obligaron a Escatroni a saludar quince veces. Gracias a un calcetín de rombos, la privilegiada mente de aquel genio había logrado descifrar el enigmático jeroglífico de Gremildo.
FIN
Tres días después apareció Gremildo en su casa, vestido de campero y acompañado de cinco señores y un burro, a los que había conocido en una juerga flamenca que duró tres semanas. A partir de entonces la vida de Gremildo no fue la misma.
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