Convendrán ustedes con nosotros que, en menos de media hora, recibir un pequeño sablazo de un amigo a la vez que se aguantan sus fantasías, y ver como se efectúa el sacramento de confesión a las puertas de un bar no es algo común. Es lógico que estas situaciones desequilibren un poco a ciertas personas, pero a nosotros, curtidos al sol y a la luna en mil experiencias similares, cuando ello nos ocurre nos da por taconear por soleares, y con esta flamenca actitud nos dirigimos hacia calle San Juan.
Buscando un remanso de cordura nos paramos ante uno de los más maravillosos escaparates de alpargatas del mundo, prestando máxima atención en la extensa variedad de modelos de los años treinta que allí se exponen. La gran pericia del técnico en refrigeración y escaparatista, señor Lozano, convierte aquel lugar en icono imprescindible de la cultura universal.
Logrado nuestro objetivo, bien relajados y animosos, nos encaminamos hacia la plaza de La Constitución, siendo sorprendidos por Sor Adelina y Sor Adelaida que con grandes demostraciones de alegría y júbilo, portando entre sus manos la reliquia de la barba incorrupta de San Heradión , nos manifestaron que acababan de ganar dos bingos y una línea, por lo cual se dirigían a la afamada cafetería Casa Aranda, de calle Alhóndiga, para merendar churros con chocolate. Queremos significar la avanzada tecnología utilizada por los empleados de dicho establecimiento, gracias al extraordinario planteamiento realizado por el técnico en refrigeración y telecomunicaciones señor Lozano, y, como botón de muestra del alto grado alcanzado, sepan ustedes que los camareros hacen sus pedidos al mostrador utilizando walki-talki. Nuestras amigas se despidieron en medio de una jovial algarabía , recordándonos que el sábado actuaban en festival organizado por Pirómanos Rehabilitados, en donde interpretarían, con una sola trompeta tocada por las dos al unísono, una versión en portugués de la famosa canción del grupo alemán Wir sind Helden que lleva por título gekommen um zu bleiben. Revoloteando entre los transeúntes las perdimos de vista.
En un intento de lograr superar el fuerte impacto emocional e intelectual que nos había causado aquel encuentro, asaltamos el primer portal que apareció ante nosotros para bailar en su interior una alegre muñeira, técnica muy recomendada por un amigo psiquiatra para vencer las tensiones nerviosas. Muñeira que fue duramente criticada, con grandes muestras de indignación, por la señora portera del inmueble, la cual aseguraba ser gallega, y por un señor que salía en esos momentos del ascensor, quien manifestó, entre otras cosas y con el tono de voz muy elevado, el haber hecho la mili en El Ferrol.
Hartos de recibir en los teletipos las mismas noticias de siempre, reflejos inequívocos del grado de bondad, espiritualidad y desarrollo que día a día logra la raza humana, (guerras, asesinatos, suicidios, hambres, miserias .), Al y Fernández decidimos salir a la calle para buscar el pensar y sentir del pueblo sencillo. Para escuchar, sin la necesidad de hacer ningún tipo de preguntas, las inquietudes y problemas que las personas suelen expresar cuando se encuentra delante de un escaparate, en la parada del autobús, en la cola de un cine o en la barra de un bar.
Al llegar a la Alameda sólo habíamos escuchado la bronca entre un taxista y un motorista, por una cuestión de preferencia sobre la entrada a una calle, cuando apareció ante nosotros don Aurelio Carlos Reinosa de las Dostorres y Pérez Silviño de Monteleón, más conocido por su título nobiliario de Conde de Poor, llevaba esa cara entre aristócrata inglés y perro abandonado, que suele poner cuando quiere lograr algo de sus contertulios. Don Aurelio nos refirió las últimas obras que está realizando en su palacete de Marbella, las cuales ascienden a una cuantía económica superior a los 70.000 euros, todo ello con gran lujo de detalles ( desde los nombres de casi todos los obreros que participan, pasando por las características del material utilizado y lugares de procedencia, y acabando con la larga disputa mantenida con su ama de llaves sobre la conveniencia de poner azulejos de tono marrón terrizo o marrón tostado en el baño del perro), tras tan extenso relato nos pidió un cigarrillo y tres euros para el autobús, desapareciendo en dirección contraria a la que se ubican las paradas de autobuses.
Aquel encuentro nos había dejado un poco ausentes cuando nos dimos cuenta de que estábamos entrando en calle Martínez, allí tuvimos que hacer un ejercicio de camuflaje y huída sin retorno para evitar encontrarnos con fray Pepín de Güisquísito, quien, vaso repleto de whisky en mano, daba confesión en la puerta de un bar al guarda de seguridad de un banco cercano. Protegidos por los coches aparcados recorrimos toda la acera en cuclillas hasta ganar calle Larios, durante el recorrido padecimos un ligero percance, dos señoras nos atacaron con sus bolsos mientras no paraban de decirnos gamberros iconoclastas. Solucionado el contratiempo observamos como el guarda seguía arrodillado ante Pepín., mientras uno de los camareros servía a su caridad un nuevo whisky y una tapita de queso y jamón.
Una vez más el Destino nos llevaba a recorrer el surrealismo y el genial absurdo que habita en esta laberíntica urbe llamada Málaga. Grandiosa empresa que recaía sobre nuestras espaldas. La decisión estaba tomada, seguiríamos adelante recorriendo calles, plazas, callejuelas, paseos, alamedas, parques y las inquietas mentes de sus moradores, con tan sólo el noble empeño de mostrar a todos ustedes algunas cosas de esta maravillosa ciudad.
Yo me llamo Guendolfo Fleamon. Con este emotivo, sencillo e intrigante título ofreció una conferencia el gran científico y cirujano de élite internacional doctor don Guendolfo Fleamon, pionero en el estudio sistemático de la curación de todos los males físicos y psíquicos del ser humano, extensiones y similares, así como los de sus animales de compañía.
Su teoría, por la cual todas las enfermedades tienen origen y curación en la oreja izquierda vista desde atrás y como consecuencia lógica, toda vez, en el empeine del pie derecho, le ha llevado a realizar 15.432 operaciones de la oreja izquierda y 23,200 del empeine derecho, todas ellas en su moderna clínica de Burundi, siendo una de las más atractivas características de dicha clínica el que los quirófanos disponen de un pequeño escenario, gracias a esta innovación terapéutica el paciente disfruta mientras es operado de las obras más importante del teatro clásico español, pudiendo seleccionar el idioma o dialecto en el cual desee que sean interpretadas. También hemos de reseñar que durante las 14 horas que suelen durar las intervenciones, el paciente es agasajado con canapés y un maravilloso surtido de bocadillos, acompañados de extraordinarios cócteles de agua, todos ellos de la prestigiosa casa Aguas y Derivados Marquesa de Villadraumi, y además puede elegir entre varios servicios gratis, como el de pedicura, manicura, peluquería o lecciones de guitarra portuguesa.
La conferencia estuvo salteada de pequeñas reflexiones sobre las incidencias que a lo largo de su vida, desde que era un bebé hasta la edad de 40 años, han llevado al doctor Guendolfo Fleamon hacia el estudio y desarrollo de su teoría, asegurando que todo comenzó tras ver varios episodios de la serie televisiva Doctor Canon¨ y operar a su canario de conjuntivitis.
Gracias a dicha serie, y para rellenar el vacío que se produce en su espíritu las noches de Luna llena, empezó a estudiar y a descubrir la gran complejidad que encerraba en sí misma la oreja izquierda, durante cuatro días y setenta y dos horas trabajó sin descanso en hacer un plano al que ocurrentemente llamó plano de la oreja izquierda, el cual acompañó de un estudio detallado de la influencia que sobre ella ejercía el empeine del pie derecho, haciendo gala de una clara visión de las cosas trabajó sin descanso en hacer un plano del empeine del pie derecho al que llamó plano del empeine del pie derecho . Ambos planos fueron enseñados a los presentes que los acogieron con grandes y sonoros aplausos, en esos momentos un dependiente de calzados, presente en el acto, observó que en realidad el plano de la oreja izquierda coincidía, sin lugar a dudas, con el empeine del pie derecho, tras verificarse que los planos estaban al revés el doctor Guendolfo contrató al dependiente de calzados como ayudante adjunto. Y tras media hora de detalles técnicos que no comprendió nadie, acabó la conferencia con cuatro ovaciones y una bronca entre el empleado de calzados y su novia, por no se sabe que motivos.
Desde BOCADILLOS MANOLO, quiosco sito frente al campo de la Rosaleda, crisol de la cultura y de la intelectualidad malagueña más avanzada y moderna, y lugar en el que se ha celebrado esta conferencia, informó para todos ustedes ORT-22 Agencia Informativa